Me dicen que unas cuantas de copas me ayudarán a olvidar, pero después de la media noche me doy cuenta de que olvidar no es tan sencillo, piensan incluso que estoy loca por seguir viviendo en mis recuerdos, pero para mi, todo está perfecto así.
Entonces, mis amigas intentan calmarme, me encuentro en mitad de la calle gritando su nombre, autoconvenciéndome de que si le viera ahora, todo podría volver a ser como antes, sé que estoy borracha, pero no me importa, cojo el teléfono, marco su número de memoria y tras confesarle que aún estoy enamorada de él, no dijo nada.
No conseguí nada.