lunes, 17 de octubre de 2016



Estaba en el invierno de mi vida, y los hombres que conocí en el camino fueron mi único verano. Por la noche me quedaba dormida con visiones de mí misma bailando, riendo y llorando con ellos. Tres años bajo la idea de estar en el tour de un mundo sinfín y mis recuerdos con ellos fueron lo único que me sostuvieron y mis únicos momentos de felicidad. Fui una cantante, no de las populares, que alguna vez tuvo el sueño de convertirse en una hermosa poeta, pero después de una serie de desafortunados eventos vi esos sueños truncados y divididos como un millon de estrellas en el cielo nocturno, que yo había deseado una y otra vez, brillante y rota. Pero en realidad no me importó, porque sabía que había que acostumbrarse a tomar todo lo que siempre se quiere y después perderlo para saber lo que en verdad es la libertad.

Cuando la gente que solía conocer descubría lo que había estado haciendo y cómo había estado viviendo, me preguntaban por qué. Perono sirve de nada hablar con gente que tiene un hogar, no tienen idea de lo que es buscar seguridad en otras personas, tener un hogar donde donde poder recostar tu cabeza.

Siempre fui una chica muy inusual, mi madre me decía que tenía un alma camaleónica. Ninguna brújula moral ajustaba mi norte, no tenía una personalidad fija. Sólo una indecisión interior que era tan ancha y vacilante como el océano. Y si se dijera que no tenía intención de convertirme en alguien así, estaría mintiendo, porque yo nací para ser otra mujer. No pertenecí a nadie, pertenecí a todos, no tuve nada, quise todo, con un fuego para cada experiencia y obsesión por la libertad que me aterrorizó al punto de que ni siquiera podía hablar, y me empujó a un punto nómada de locura que, ambos, me deslumbraron y marearon.

Cada noche solía rezar para encontrar a mi gente y, finalmente, lo hice, en el camino abierto. No tuvimos nada que perder, nada que ganar, nada que deseáramos más, excepto hacer de nuestras vidas una obra de arte.

Vive rápido, muere joven, se salvaje y diviértete.

Creo en la persona en la cual quiero convertirme. Creo en la libertad del camino abierto. Y mi lema es el mismo de siempre: "Creo en la amabilidad de los desconocidos. Y, cuando estoy en guerra conmigo misma, viajo. Sólo viajo".

¿Quién eres tú?. ¿Eres de los que están en contacto con sus más oscuras fantasías?, ¿Has creado una vida para ti mismo donde eres libre para experimentarlas? Yo la tengo.









Estoy jodidamente loca, pero soy libre.

domingo, 7 de agosto de 2016

He esperado cien años pero esperaría un millon más por ti,
nada me preparó para lo que el privilegio de ser tuya, haría
Si tan sólo hubiera sentido el calor dentro de tu caricia
si yo hubiera visto como sonríes cuando te sonrojas
o como se curvan tus labios cuando te concentras lo suficiente
hubiera sabido para lo que he estado viviendo todo este tiempo
para lo que he estado viviendo.

Tu amor es mi vuelta de página
donde sólo las palabras más dulces permanecen
cada beso es una linea cursiva
cada caricia la redefinición de una frase
entrego quien he sido por quien eres tú
nada me hace más fuerte que tu frágil corazón
si sólo hubiera sentido lo que se siente al ser tuya
hubiera sabido para que he estado viviendo todo este tiempo
para que he estado viviendo.

Aunque estado atados, a la historia que debemos contar
cuando te ví, supe que la contaríamos bien
con un susurro dominaríamos los viciosos mares
igual que unan pluma poniendo reinos a sus pies.






Para que estaba viviendo, para que viviré




sábado, 6 de agosto de 2016

Si quieres a alguien, no es que lo dejes libre, es que lo quieres ver volando cada vez más alto, cada vez más lejos, más allá. Por eso, siempre que vuelves a mí lo haces no sólo porque quieres, también porque necesitas que te vuelva a atrapar.



viernes, 5 de agosto de 2016

[...] Dicen que cuando sueñas algo muy muy fuerte, al final se termina cumpliendo, como si todo fuera una novela, como si tu vida fuera perfecta. Curioso, nunca he creído en eso, los milagros no van con mi forma de ser, algo extremista, algo pesimista... Pero una vez más el mundo me recuerda que me equivoco, que la felicidad existe y tiene nombre, que el amor es para todos, incluso para mi. He sido reacia a escribir este momento, verme sentada en mi escritorio unas antes de nuestra unión, una noche que nos separa del "Para siempre" que he leído tantas veces en los libros, de despertarme cada día a tu lado, que mis sábanas sean tus brazos y mi alimento tus sonrisas torcidas mañaneras. No sé cuanto vamos a aguantarnos, quiero salir de mi pompa de felicidad y ser realista, Thomas, somos gafes, nos persigue la mala suerte, las desgracias y los corazones rotos, pero siempre hemos conseguido tiritas para nuestros pedazos, y he comprado miles de cajas más, por si acaso.
Dicen que todo cambia, que el primer año es el peor, que vamos a engordar, a matar las mariposas que nos anidan dentro, a romper esa magia que nos persigue, pero qué poco nos conocen... Siempre he sido una luchadora, alguien que no se rinde y puedes estar seguro que no me voy a rendir contigo,eres mi reto más difícil y precioso, mis ganas de llorar y de sonreír, porque nadie dijo que fuera fácil, pero... ¿Quién quiere algo fácil?
Las estúpidas tradiciones nupciales no me han dejado dormir esta noche contigo, y es la primera noche que he sentido frío, aun estando en agosto, la vida es muy aburrida si no la comento contigo, si no me rodeas con tus brazos.
Unas horas, para ser la señora de Thomas, para unirnos en uno y no dejar jamás que nadie se interponga entre nosotros, para reír al mismo son, para pelearnos por tonterías, por empezar a escribir nuestra historia que empieza de cero.
Te quiero maldita sea, y en mi última noche como soltera sólo quería estar contigo, aunque sea entre letras. No existe manera de medir el tiempo que quiero pasar contigo, sólo puedo decirte que cuando pienso en mi futuro, siempre te veo a ti.

Te veo en unas horas, recuerda, yo seré la de blanco.

[...]

Proximamente más Katherine y Thomas

domingo, 12 de junio de 2016



Nunca se deja de querer a una persona por mucho tiempo que haya pasado. Siempre queda ese cariño ahí, escondido en el fondo de tu corazón porque sabes que no puede estar en tu vida pero sí dentro de ti. Sé que puedo estar mejor sin ti, y de hecho lo estoy. Valoro mucho la tranquilidad de mi vida, el despertarme por las mañanas para comerme el mundo en vez de tener un sabor amargo por la incertidumbre de pensar si decidías irte otra vez o no.

Por más oportunidades que te he dado, siempre me has fallado, pero no te guardo rencor por ello, al contrario, agradezco que me enseñaras que no debo aguantar que me quieran a medias o cuando le interese. También valoro muchísimo todo lo bueno que me has dado, que no es poco. La próxima persona que venga a mi vida no quiero que sea como tú, pero sí que quiero que me dé esos momentos tan buenos que he tenido en ti, y mejorados (si puede llegar a ser eso posible).

Te esperé. Esperé un mensaje tuyo el mismo día que te fuiste o incluso el día después. Me planteé si luchar por ti, pero no puedes retener a una persona que quiere marcharse de tu vida. Esa esperanza se volvió con los días en decepción pero fue lo que me ayudó a reaccionar. No quiero a una persona intermitente. No quiero estar contigo sabiendo que me has dejado en estos momentos tan difíciles en mi vida. No quiero tener que pedirle a nadie que se quede conmigo.

Me sorprendió ese mensaje tuyo semanas después, y, sinceramente, me alegré pero no me ilusioné. Sé que lo hiciste con la más sana e inocente intención y no era la de volver. No te quiero como antes en mi vida, pero quiero que tengas tu hueco como amigos que hemos sido.

Te alegraste ver que estoy bien, que esa chica que conociste ha vuelto en versión mejorada, y lo cierto que fue gracias a ti y a tu decisión de dejarme definitivamente. Ha sido la acción detonante para abrirme los ojos. Me duele que ésta versión de mí no vayas a ser tú quien la disfrute.
Cuando te fuiste, pensé que te esperaría toda una vida si fuera necesario a que aclarases tus ideas y volvieras. Siempre. Pero como dijeron en aquella película que vimos juntos: "siempre" fue demasiado tiempo.

Estoy tranquila, porque sé que todo lo que vendrá ahora es mejor que todo lo que se fue.
Pero te voy a contar un secreto: todavía pienso que mi versión mejorada cuajaría bastante bien el día que tú seas la mejor versión de ti mismo, pero no sé cuándo madurarás ni cuándo reaccionarás para tener las cosas claras en la vida.
Hoy por hoy, estoy bien. Gracias por tomar la mejor decisión por mí.

Te quiero. Pero me quiero más a mí.

martes, 7 de junio de 2016



Kate lo esperaba sentada en un banquillo de la cocina, su mirada perdida estaba atenta a la pantalla del móvil, atenta a la hora o a que un mensaje con su cara le iluminara la habitación y la vida, pero era esperar imposibles, la decisión estaba tomada, quería pensar que desde hace poco pero los meses pesaban en su mente como piedras. Nada iba bien, no eran felices, ni tan siquiera eran tan iguales como creían serlo, sus caminos habían estado unidos mucho tiempo pero… había una fecha de caducidad, nadie quiere cambiar su vida por una loca sentimental como ella, él estaba cansado, ella conocía el motivo silencioso de su comportamiento.


-     Hola Kate – entró Tom – Querías hablar, ¿Verdad?
 
-         Sí – Susurró ella


Hubo un silencio muy incómodo, se habrían podido oír sus respiraciones pero ninguno de los dos respiraba, Kate intentaba no romperse más, Tom estaba empezando a hacerlo.


-         Antes no hemos podido terminar nuestra charla, escucha, si no coges ese trabajo fuera por mi cometes un error. Me encanta estar contigo y soñaba cada día con un futuro juntos en una casita pequeña, rodeados de perros, pero me partiría el corazón ser la razón por la que renuncias al sueño de tu vida, porque, sinceramente no sé qué futuro tenemos, queremos cosas diferentes y tú no me quieres de la forma que yo lo hago, pero si nuestro vínculo es tan fuerte como creemos, volveremos a encontrarnos.


Kate intentaba no llorar, Tom miraba por la ventaba intentando procesar cada una de las palabras que oía, nadie está preparado para que un amor te deje de repente, no cuando apenas un rato antes habían estado bromeando entre besos y abrazos, él no la entendía y ella sabía que sólo era un lastre para su flamante próxima escalón en su carrera.


-         Y si no nos volvemos a encontrar – Continuó Kate- Si esto no era más que una rutina por miedo a la soledad, si ese vínculo del que hablo no existe, puedo garantizarte que eres a historia más bonita que he escrito en mi libro, me has inspirado y hecho tan feliz que no te merezco, mereces ser libre, volar muy alto y encontrarse a esa chica que sea como tú, otra chica de ciencias que te entienda, lo que siempre has querido.


-          Yo te quiero a ti- susurró

-          Tú no sabes lo que quieres, Tom. Ahora dices querer lo que estás perdido, pero un tiempo solo te hará darte cuenta que no, no me hago de querer, soy rara, alguien complicado de mente extraña, soy una persona que necesita un cien por cien y a ti no te gusta el compromiso, vives para tu carrera y tus prioridades son diferentes, nunca te pedí que cambiaras, las personas no pueden ni deben cambiar porque alguien se lo diga… Por eso no te pido que cambies, te pido que seas feliz.

-          No te entiendo

-          Yo tampoco, y nunca me voy a entender. Vas a seguir en mi mente en cada segundo de mi día a día, estaré arrepintiéndome de esto, pero es lo mejor, para ti, para mi y sobre todo para tu felicidad. Te quiero Tom, no lo olvides.


El silencio volvió, los estaba dejando sordos, sus planes de futuro cercano se estaban rompiendo al igual que todos y cada uno de sus momentos vividos juntos, Kate se levantó de la silla y se marchó de la habitación. Tom se quedó en el mismo sitio, de pie, en silencio y en el momento que todo llegó a su cerebro al cien por cien se puedo oír un clack en su pecho que se escuchó en varias manzanas, nadie está preparado para dejar partir a una mitad y más aún cuando es el amor de tu vida.

lunes, 18 de enero de 2016

No es por tu mirada constante, ni por tus ganas de cambiar el mundo. Tampoco por la puerta al cielo que tiene tu sonrisa algunos lunes.
No es porque hagas volar nubes cuando te aviso de mis tormentas, ni porque dibujes mi hoyuelo izquierdo cada vez que te hablo de guerras de un solo bando.
De verdad, te lo juro, tampoco es porque entiendas todas y cada una de mis expresiones; ni porque te partas de risa con mi risa, ni porque andes como un príncipe; ni porque habites en el mundo como un rey,
No es porque en la cama bailes como nadie, no es porque te muevas como una serpiente en la vida; no es porque tus películas sean mis historias, no es porque tus lágrimas sean mis ganas de matar. Ni tampoco porque tu ombligo sea la llave a los viernes de verano.

Es por la magia, por el ruido, por las interferencias.
Es por la complicidad; por los besos en la nuca.
Es porque tú en invierno siempre has sido primavera.
Es pura y sinceramente porque eres la única persona, por la que yo renunciaría al resto.